El diseño gráfico no solo comunica: también puede transformar la manera en que se habita un espacio. Esta semana destacamos el proyecto Hiwa Recreation Centre, realizado para la Waipapa Taumata Rau – University of Auckland por MJMA Architecture & Design junto a Warren and Mahoney. Ganador de un D&AD Wood Pencil 2025 en la categoría de Graphic Design, Hiwa es un ejemplo excepcional de cómo el diseño gráfico puede dialogar con la arquitectura, la cultura y la identidad para construir un entorno profundamente significativo.
Para una agencia de comunicación especializada en diseño gráfico, branding y diseño web en Barcelona como la nuestra, Hiwa representa un caso de estudio inspirador: un proyecto donde el sistema visual no se limita a decorar o señalizar, sino que funciona como puente cultural, guía sensorial y motor simbólico dentro de un edificio recreativo universitario.




El concepto central del proyecto es tan potente como poético: Hiwa es un mundo dentro de un mundo. Un espacio donde el movimiento, el ritual y la comunidad se entrelazan para construir un entorno de bienestar integral: físico, mental y social.
La arquitectura del centro —transparente, activa y abierta— se complementa con una estrategia gráfica y cultural basada en whakaaro Māori, donde la whakapapa (genealogía, origen) guía la forma de orientarse, desplazarse y conectar con el lugar.
Lejos de ser un simple overlay decorativo, la intervención gráfica dota al edificio de una identidad profunda que ancla la experiencia a valores y narrativas ancestrales.



La pregunta principal del proyecto fue: ¿cómo puede la cultura moldear un espacio recreativo contemporáneo? Para responderla, el equipo desarrolló un cultural overlay que incorpora patrones, formas y lógicas espaciales inspiradas en Māori Mana Whenua.
Este enfoque convierte el centro recreativo en un espacio vivo, donde la identidad no se coloca sobre la arquitectura, sino que se integra en su propia estructura.
Entre los elementos clave destacan:
De este modo, el espacio no solo se recorre: se lee, se interpreta y se vive culturalmente.


Uno de los logros más destacados del proyecto es el desarrollo de un sistema de wayfinding liderado por patrones. A diferencia de la señalización convencional, Hiwa guía al usuario mediante lógica visual, geometría y contraste.
Este sistema se estructura en torno a cuatro conceptos Māori que definen las atmósferas y flujos del edificio:
Estos temas generan un mapa emocional del espacio: zonas activas y pasivas, ritmos, umbrales, recorridos accesibles y fronteras simbólicas. El diseño gráfico se convierte así en arquitectura de la información a gran escala.


Hiwa también destaca por su integración entre tradición y tecnología. El uso de CNC routing permite reproducir y escalar patrones culturales con precisión, asegurando coherencia visual en todo el centro.
Asimismo, la materialidad añade una capa emocional y ecológica al proyecto:
Estos elementos no son meros detalles estéticos: funcionan como recuerdos físicos del pasado del sitio, conectando al usuario con una historia extendida en el tiempo.


Un momento especialmente significativo del proyecto es el trabajo de whakairo (talla escultórica Māori). Las piezas talladas a mano incluyen marcas táctiles en la barandilla, pensadas para “ralentizar la mano” y hacer consciente la transición espacial.
La referencia simbólica es profunda: estas piezas conectan Hiwa-i-te-rangi (estrella de la aspiración y los deseos futuros) con Pōhutukawa (árbol del recuerdo de los seres queridos que ya no están). Cruzar el espacio significa, metafóricamente, atravesar un viaje entre aspiración y memoria.
A nivel de diseño gráfico, este gesto demuestra que la identidad no es solo visual: puede ser háptica, espacial y emocional.


El proyecto evita convertir la cultura en un ornamento. Por el contrario, emplea la gráfica para transmitir conocimiento, contexto y narrativa. Cada patrón cuenta una historia; cada señal conectada al wayfinding explica una tradición, un concepto, un ritmo.
Esto fortalece la inclusión cultural dentro del campus universitario, posicionando Hiwa como símbolo de bienvenida y apertura para estudiantes y visitantes.
Desde la perspectiva de nuestro estudio especializado en diseño gráfico y branding en Barcelona, Hiwa aporta aprendizajes fundamentales:
Hiwa demuestra cómo un edificio recreativo puede funcionar como ecosistema cultural, donde cada elemento visual tiene significado.

El proyecto ha sido distinguido internacionalmente por su innovación conceptual y visual:


Hiwa Recreation Centre es una obra que trasciende su función como espacio deportivo. Gracias a una estrategia gráfica profundamente cultural, un sistema de señalética basado en patrones y una interpretación contemporánea del whakairo, el proyecto logra lo que pocas identidades espaciales consiguen: convertir cada movimiento en un acto simbólico.
Para quienes trabajamos en diseño gráfico, comunicación visual y diseño web en Barcelona, Hiwa nos recuerda que el futuro del diseño no consiste en imponer una estética, sino en construir experiencias que respeten la memoria, la cultura y el lugar. Una identidad que no solo se ve, sino que se siente y se recorre.
Hiwa es, en definitiva, una demostración brillante de que el diseño gráfico es capaz de crear mundos dentro de mundos.
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